Para responder estos interrogantes, se utilizaron diversas fuentes estadísticas (censos agropecuarios 1988, 2002 y 2008, de Población y Viviendas 1991, 2001 y 2010), además de informes y base de datos oficiales de organismos nacionales y provinciales, así como de gremios y organismos autárquicos donde están representados sectores vinculados con la actividad agrícola. Asimismo, se realizaron diversas entrevistas a distintos actores cuya visión era relevante para describir el impacto social del proceso de sojización.
Este estudio es fruto asimismo, de un trabajo previo donde se volcó todo lo conocido y estudiado hasta el momento (Sojización del Chaco: Estado del Conocimiento) respecto a esta temática en el Chaco, y su relevancia a nivel nacional.
Se trató de evidenciar los impactos del cultivo buscando aportar información que sostenga la evidencia de un proceso de transformación llevado a cabo por el mismo. Los posibles procesos de concentración de la tierra en la provincia se pensaron teniendo en cuenta que el modelo productivo del agro negocio, del cual la soja fue el cultivo más simbólico, (por el requerimiento de un paquete tecnológico, por ser capital intensivo) impulsó la acumulación de una gran cantidad de hectáreas en producción. Si los procesos de acumulación de arriendos y/o tenencia de la tierra se asemejan a los resultados nacionales, se evidenciaría en los departamentos más sojeros esta dinámica. En efecto en Chaco, los resultados arribados mostraron que se puede hablar de un aumento del arriendo y la concentración de la tierra en los departamentos con mayor cantidad de hectáreas sembradas en el periodo 1988-2008.
En un segundo eje se buscó contrastar cuales habían sido las principales transformaciones en el empleo. Para esto se recurrió al análisis departamental en base a censos de 2001 y 2010, analizando los departamentos más sojeros, evidenciando un proceso que coincide con los análisis a nivel nacional de menor requerimiento de mano de obra por cada 100 hectáreas a pesar de un aumento significativo en la cantidad de hectáreas sembradas.
Por último se trató de analizar las migraciones intraprovinciales (entre los distintos departamentos) e intradepartamentales (movimientos entre localidades urbanas y rurales agrupadas). Este modelo productivo, en fin podría explicar en parte las migraciones y movimientos de las poblaciones rurales dispersas.
Entonces se puede evidenciar un proceso que en rasgos generales, permite comprobar en el Chaco las dinámicas nacionales, y las consideraciones de la literatura en general. Dichos resultados deberían complementarse con aportes que generen mayores evidencias a partir de intervenciones de campo, anexando el abordaje de otras de las caras sensibles que conlleva el modelo de agronegocios, a decir los problemas de pueblos fumigados, los conflictos por desalojo, los procesos de deforestación y la problemática del uso de agroquímicos.
Para acceder al trabajo completo desde la pagina de las Jornadas de Sociologia click aqui